Según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad el uso de internet después de la pandemia de COVID se ha generalizado aún más entre los menores. El 98% de niños y niñas entre 10 y 15 años declara utilizarlo habitualmente. En menores de 10 años este porcentaje es del 93%. 9 de cada 10 menores de 13 años tiene su propio teléfono móvil.
Las experiencias online forman parte de la vida de nuestros menores. La tecnología ha transformado la forma de relacionarse, de jugar y de entender el mundo. Y aunque internet ofrece gran cantidad de oportunidades también nos hace vulnerables a riesgos que es necesario conocer para poder protegernos frente a ellos. En nuestro trabajo hemos podido comprobar que muchas familias se sienten abrumadas ante los riesgos que perciben en internet y ante las dificultades que supone la crianza en un mundo digital y apuestan por estilos educativos muy restrictivos. Otras, por el contrario, dejan que sus hijos e hijas utilicen internet libremente, sin supervisión ni límites. Este estilo educativo, que podría identificarse como negligente, también puede asociarse a consecuencias negativas para los menores.
Las familias son claves para la educación digital de los menores. Son las personas más influyentes en la educación de sus hijos e hijas, sobre todo en la infancia. Como madres y padres no podemos dar la espalda a nuestra responsabilidad de crear entornos digitales seguros para la infancia y educar, desde pequeños, en un uso seguro, responsable y saludable de internet.
¿Qué efectos tiene el uso de la tecnología en el desarrollo infantil?
La respuesta a esta pregunta, según un informe reciente de la Comisión Europea (2020), depende cómo y para qué se utilicen estos recursos tecnológicos en la infancia.
¿Tu hijo/a no come bien y lo/a distraes con vídeos y canciones?, ¿dejas a tu hijo/a el móvil para que se entretenga y se porte mejor cuando estás de compras o has quedado para tomarte un café?, ¿premias a tu hijo/a con tiempo para usar internet o jugar a videojuegos? ¡Cuidado!, este tipo de acciones puede ir generando malos hábitos asociados al uso de la tecnología y que pueden afectar en otros ámbitos de la vida y el desarrollo de tus hijos/as. Parece que la tecnología nos ayuda a resolver los problemas relacionados con el manejo del comportamiento infantil pero afectan a su formación y desarrollo (Sivrikova et al., 2020).
Ser conscientes de la importancia de la mediación parental del uso de internet como parte de la crianza digital nos parece tan importante como poseer las adecuadas competencias digitales para poder hacer frente a los retos de ser madres y padres en la sociedad digital. Creemos en el poder de la educación para ayudar a las familias, por eso ofrecemos talleres ajustados a las necesidades de las personas que contactan con nosotras y trabajamos para la promoción de un uso seguro, saludable y sostenible de Internet.
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